Ese flaquito que tiene que enseñarme
La retroalimentación es el desayuno de los campeones y debe ser el de los vendedores
Con esa frase, que tiene como título la newsletter de hoy, comenzó una de las retroalimentaciones de las que más recuerdo en una conferencia.
Lo primero que se me vino a la cabeza fue uno de aquellos días cuando era Gerente General de Valrex y caminaba como cédula (documento de identificación) en el bolsillo. Algo en lo que siempre he estado en desacuerdo son los títulos que le ponen a las personas por sus cargos, te llaman Ingeniero, Jefe, Don Miguel, hasta Doctor, como si hubiera estudiado medicina.
Entonces, en esa época, lo que hacía, era que cuando me decían Doctor, ponía mi cédula en el escritorio de la persona y le decía, en un tono jocoso, por favor, busca acá qué nombres aparecen y a partir de eso, usa el que más te guste: Rozo, Miguel, Miguel Andrés, tú elige, pero que aparezca allí.
Hasta que un día una persona, lo levanta y ve el documento y me dice, le tengo una buena y una mala noticia.
Upppsss. A ver.
La buena: Está mucho más flaco que en la foto.
La mala: Está mucho más calvo que en la foto.
Hasta ahí me llegó esto.
A ese momento volví, cuando después de terminar una conferencia, se me acerco una mujer y me dijo: Cuando lo vi al iniciar la charla, lo primero que pensé fue, ese flaquito que me tiene que enseñar.
En otra me dijeron, flaco seco, pero ya me estoy yendo por las ramas.
Ella siguió.
Muy rápido me di cuenta de todo lo que había que aprender allí y encontré que no solo me sirve para mi vida profesional, también para mi vida personal. De verdad muchas gracias, anoté de todo.
Es una de las retroalimentaciones que más recuerdo, sin embargo, no podría decir que la que más me ha gustado. La recuerdo por ser diferente. Pero me gustan más las que me han permitido crecer, las que me hacen ver que el camino está equivocado y me permiten a bajo costo reorientarme hacia donde están los resultados.
¿Por qué te cuento esto?
Porque los vendedores viven de la retroalimentación del mercado. Deben tener mentalidad de crecimiento, esto no es nada diferente a querer ser mejor que ayer y la mejor y más fácil forma de lograr esto, es cuando alguien se toma la molestia de decírtelo.
Ten siempre un interés genuino en que te digan lo que tienes que corregir. Así son los grandes, me imagino a Messi saliendo del partido a hablar con el entrenador, preguntándole, ¿en qué me equivoqué? ¿Qué debo mejorar?
Muchos otros saldrán del campo diciendo mentalmente, ojalá no me digan nada.
Para irme ya, te dejo una recomendación, pregunta siempre y pide que te retroalimenten, sobre tu producto o servicio y también sobre tu desempeño a la hora de vender, te van a catapultar en tu crecimiento profesional.
Un abrazo apretado,
Miguel Rozo