DISECCIONEMOS UN MENSAJE EN FRÍO
“Si haces lo que todos hacen, obtendrás lo que todos obtienen.” — Tony Robbins
Con frecuencia lo olvido.
Esto me pasa porque a veces transcurren varios días sin que nadie me escriba, y olvido que en algún lugar, ya sea en mis redes sociales o en mi libro Solucionar más que vender— hay un link que lleva directamente a mi WhatsApp.
También hay momentos en que los mensajes llegan por oleadas, y a todos les respondo. Habrá algunos a los que, sin mala intención, posiblemente les habré dicho alguna burrada o contestado algo que no tenía nada que ver con la pregunta o el comentario.
Y aunque algunos tuvieron la decencia de reclamármelo, otros simplemente no me lo hicieron saber.
Por eso, muchas veces, ni me entero.
Todo esto viene hoy porque me escribió una mujer, para ahí, no es lo que estás imaginando. Lo hizo en un tono emocional, diciéndome que había leído mi libro y que este la había envalentonado a enviar mensajes en frío en su búsqueda de trabajo.
Y me envió un pantallazo del mensaje.
Te copio textualmente lo que decía el mensaje que ella había enviado a un tal Marcelo (que no tengo idea quién es ni qué pitos toca):
Mensaje original:
Marcelo. Me encanta leerte. Esa es la razón por la que llego a ti y te escribo este mensaje. Estoy buscando un nuevo camino profesional, pero desde una mirada a aquellas compañías donde sus líderes y equipos me inspiren.
Soy una combinación entre una COO y una CEO, y esto porque más allá de haber ejercido los dos roles, me apasiona involucrarme en el negocio, analizar a profundidad y generar valor. Me encantaría que nos pudiéramos tomar un café y que me pudieras conocer en caso de que tengas alguna oportunidad abierta.
Este es mi primer mensaje “en frío”, espero no te asuste. Un abrazo.
Aquí hago una pausa de 15 segundos para que me escribas qué opinas del mensaje.
(En serio, quiero leerte 👀).
LA REFLEXIÓN
Loable y para aplaudir de pie el atrevimiento que ella tuvo.
Y si mi libro lo generó, ya cumplí mi objetivo.
Con una sola persona que se movilice gracias a él, se pagó la boleta.
A esta mujer, a quien nunca le pregunté si leía esta newsletter, sí le dije:
“Ya estás por encima del 90% del mercado, porque la mayoría ni se anima ni ejecuta este tipo de acciones.”
De nada sirve ser el “chacho de Aguadas” o el más “chingón del barrio” si nadie te conoce.
Ella está rompiendo la primera barrera: se está haciendo visible, se está poniendo en la vitrina.
Vuelvo y la aplaudo 👏
Pero… su comunicación tiene muchas oportunidades de mejora.
Principalmente, porque no hay ningún diferencial.
Ese cuento de “tomémonos un café” está más trillado que los cursos de IA que todos venden.
Y además, no hay nada tangible que le pueda interesar al tal Marcelo.
Parece un mensaje genérico, de esos que recibimos todos los días y que le sirven a cualquiera: a Marcelo, a Juan, a Pedro o a Lucrecia.
La realidad es que no sirven de mucho.
EL APRENDIZAJE
Entonces tuve la delicadeza —me voy a ir al cielo, seguro— de preguntarle:
“¿Te gustaría que te enviara una alternativa de mensaje para los próximos Marcelos que te cruces en el camino?”
Respondió: “Sí.”
Así que le hice varias preguntas sobre Marcelo y le envié una propuesta de cómo debió haberlo enviado.
Te la dejo acá 👇
Mensaje propuesto:
Marcelo, decidí que mi lugar de trabajo debe tener dos condiciones innegociables:
1️⃣ Me tiene que gustar el modelo de negocio.
2️⃣ Tengo que conectar con sus líderes.Por estas razones estoy en proceso de cambio. Ya nunca más será un tema exclusivamente económico.
Te leo y conecto con lo que escribes, por eso te escribo.
He sido COO y CEO, siempre como business partner de crecimiento y competitividad del negocio.
Quién sabe, siempre existe la posibilidad de que nos generemos valor mutuamente. También es posible que no.
Nunca se sabe.
Un abrazo,
La mujer del WhatsApp (esta última línea no iba en el mensaje original 😅).
Este mensaje tiene varias connotaciones interesantes:
No muestra el hambre; establece lineamientos claros que definen a la persona.
Específica con claridad lo que ella puede aportar al negocio de Marcelo.
Tiene una mezcla muy potente entre “me interesaría hablar contigo” y “no te necesito.”
Es completamente diferencial: nadie escribe así. Eso genera recordación e interés. Al menos, te buscan para ver quién eres.
LA EJECUCIÓN
Puede que seas como la mayoría: uno de esos que nunca había leído esta edición de la newsletter porque “no tenía tiempo” para descubrir nuevas formas de prospectar en frío.
O tal vez seas de los que dicen “¡Wow, qué interesante!”… y jamás lo ponen en práctica.
Allá tú.
Lo que sí quiero motivarte a hacer es a probar.
Copia los dos mensajes (el de ella y el mío), luego extrae los aprendizajes y aplícalos a los tuyos.
👉 Envía 10 mensajes con el estilo inicial de ella.
👉 Envía 10 con la segunda estructura.
👉 Registra la tasa de respuesta.
Y después escríbeme: cuéntame ese número, lo que pasó y cómo te sentiste.
Puedes responderme aquí o escribirme directamente a mi WhatsApp.
Ah, y por cierto: me quedan menos de 50 copias de la versión original de Solucionar más que vender.
Si te interesa, te lo mando a casa (si todavía me quedan cuando me escribas 😉).
Ahí verás.
Un abrazo apretado,
Miguel Rozo

